El origen del pueblo judío, y su motivo de ser

La humanidad había tomado el camino herrado del politeísmo y la adoración a falsos dioses e ídolos de piedra, por ello, Dios crea un pueblo elegido, especialmente, para realizar la tarea de erradicar la visión equivocada de creer que las facetas aisladas de la divinidad eran dioses independientes, cuando en realidad simplemente eran caras, aspectos, del único Dios.

Para ello Dios crea a este pueblo elegido, el pueblo hebreo, quién se encargará de tan duro trabajo y preparará el terreno para la llegada del Mesías.

El pueblo hebreo se transforma en el ejército de Dios, Este sale de Egipto, luego de cuatrocientos años de opresión, endurecido y preparado para la dura tarea que le espera.

Luego de realizar la erradicación de los pueblos irrecuperables y dar el ejemplo de su monoteísmo, logra imponer en la región la nueva idea de un Dios único. Un Dios que puede encargarse de hacer el trabajo que hasta ese momento era hecho por una miríada de dioses.

Al fin, el terreno se encuentra bastante ordenado, y en condiciones para la llegada del Mesías.

El pueblo judío es la cuna del Mesías y el encargado de que las profecías se cumplan. No sólo son los primeros en convertirse al nuevo cristianismo sino que además liberan al resto de la humanidad, de la culpa de provocar la muerte del salvador de la humanidad, Jesús.

Aunque parte del judaísmo sigue sin reconocer a Jesús como el Mesías el trabajo ya está hecho. La historia no se detiene y es la Iglesia Católica es la encargada de continuar el trabajo iniciado por el pueblo elegido, afianzando el monoteísmo mundial llevando la nueva creencia hasta los más recónditos rincones del planeta.